Hice los clásicos cursos de preparación y a la calle.
Estábamos en plena época de protección de mercado y solo había unas 5 firmas nacionales que vendían, mi trabajo me era muy satisfactorio ya que NO trabajaba en la ciudad y si en el área metropolitana hasta unos 60 kms de distancia.
Asi que de mañana recogía mi lista de clientes, sus defectos y el material necesario y me iba a atenderlos.
Asi no enfrentaba ni congestionamientos ni problemas para estacionar, además ganaba por quilometro rodado ya que iba en mi coche, pagaban el valor equivalente a un litro de gasolina por cada 3 quilometros, claro que toda la manutención asi como seguro etc era por nuestra cuenta.
además recibía ticket alimentación y como estaba fuera de la ciudad podía cobrar el almuerzo, si bien que en muchas firmas era convidado.
Es demás decir que adoraba ese servicio, recuerdo en especial una firma en la ciudad de Estancia Velha, pasando Novo Hamburgo era una curtiembre Bender-Schuck como su nombre lo indica alemanes.
Pues bien este humilde técnico era convidado a almorzar junto al presidente de la firma y toda la directoria, hasta ya tenía mi silla reservada, el almuerzo galeto, polenta, ensaladas, asado, todo servido por un mozo ( garção) con televisión.
Creo que algunos ya pensaban que yo era parte de la directoria, lógico que dichos almuerzos NO podían ser cobrados de la firma ya sería el cúmulo.
Bueno asi pase como un año y medio y no recuerdo porque salí de la firma, pero como dije los técnicos eran muy buscados y era solo golpear en la puerta de otra firma que enseguida era contratado.
Asi lo hice y fui a la firma EDISA, que era mayor y la matriz gaucha, nuevamente los clásicos cursos en São Paulo, pase allí un par de años, cuando fui convidado por un vendedor a cambiar la camiseta por otra de la firma que le hacia la competencia la DIGIREDE, el mayor beneficio es que en la nueva sería supervisor técnico, y en la antigua fui varias veces olvidado en cuanto a aumentos y promociones.
Esa fue una de las épocas de mi vida que mas viajé aquí dentro del estado.
Como teníamos clientes en varias ciudades la mayor parte del tiempo estaba viajando a Uruguaiana ( a 600 kms de Porto Alegre), salía en el omnibus cama de las 22 horas llegando allá a las 5 de la madrugada, a veces cruzaba todo el estado yendo hasta Erechim en la otra punta y luego hasta pelotas en el Sur.
Recuerdo que salía de casa ya con una valija chica y la dejaba en mi escritorio pronto para viajar.
El gran problema era la filosofía del camarón!!!!
Ya que técnicamente dependía de un gerente en São Paulo, pero a su vez administrativamente dependía del gerente administrativo en Porto Alegre.
Iba a reuniones de supervisores y salía de allá con tal y cual encargo, llegaba aquí y el gerente me mandaba hacer otra cosa, eso vi que un día iba a rebentar como asi fue, pedí demisión y salí.
Una vez mas desempleado , pero libre en la calle.
continuará
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